El martes, 11 de septiembre de 2001, será una fecha
inolvidable para la humanidad. No porque se haya celebrado el natalicio de
alguna personalidad de importancia mundial, no porque se haya descubierto la
cura para el SIDA o alguna otra enfermedad de dispersión global, sino porque
este día la humanidad completa fue testigo atónito de la más salvaje muestra de
odio y terrorismo fanático perpetrado en una nación libre por las mentes más
maquiavélicas del presente milenio.
Miles fueron las víctimas inocentes de estos actos que conmovieron
al mundo, por la falta de sensibilidad y de respeto a la vida humana. Ese día
quedará grabado en nuestras memorias, en nuestras vidas y es de vital
importancia que esto sea así para que día a día reflexionemos más aún sobre la
falta de humanismo que existe en nuestra sociedad moderna. Una sociedad llena
de adelantos y tecnología pero falta de amor y
buenos deseos para con nuestros hermanos.
¿Deberían estas
cosas suceder? No, claro que no. ¿Tiene
esto alguna justificación moral? No,
claro que no. ¿Existe un solo culpable? No, claro que no.
La humanidad ha cosechado por años la violencia a través
de los medios de comunicación social y en el propio seno doméstico. Quiera Dios
que jamás vuelva a suceder algo tan desgarrador e insensible como lo acaecido,
pero lamentablemente no se nos puede asegurar, ni eliminando a los cabecillas
de todas las organizaciones terroristas, ni destruyendo todo el armamento. Tan
solo nos queda la esperanza de que no se vuelva a repetir. Más sin embargo la
esperanza debe ser abonada por nosotros mismos con la caridad, el perdón, la
compresión y el amor fraternal que el Padre Celestial nos enseñó.
El medio para
hacer cambiar de opinión es el afecto, no la ira.
DALAI LAMA
Un caso de muerte en la Florida reportado en el
2001 que se relacionaba con Ántrax parecía un incidente raro y aterrador. Pero
la enfermedad infecta a unas 5,000 personas al año, aunque la mayoría se
recupera. Según un informe publicado en el rotativo “The Wall Street
Journal” , la enfermedad se encuentra rutinariamente en animales de los
países en desarrollo por lo que tiende a ser común en los países del
mediterráneo. También ocurre (aunque con mucho menos frecuencia) en Estados
Unidos, Canadá y el Sur de Europa.
Cerca del 95% de los casos humanos contraen la enfermedad
por vía de un corte o una lesión en la piel. Si no son tratados cerca de la
quinta parte de los casos terminan en fatalidad. Dice el Dr. Martín Hugh-Jones,
experto sobre el tema de la Universidad Estatal de Louisiana que cada año el
Ántrax termina con la vida de entre 770 a 1,000 personas.
Las autoridades federales de la Florida dijeron en aquella
ocasión a Associate Press, que habían
detectado la presencia de Ántrax en una tercera persona y el caso fue objeto de
una investigación criminal, aunque luego se dijo que no tenian evidencia de que hubiese sido causada o creada por un grupo terrorista.
Se debe evitar el pánico, pero debemos reforzar nuestro
sistema de vigilancia y estar alertas a síntomas inusuales o brotes de
enfermedades que se puedan vincular con el bioterrorismo. Los síntomas de
contagio con Ántrax son similares a los de la gripe, pero con la temporada de
gripe tan cerca muchas personas pueden pensar que se han contaminado con Ántrax
cuando quizás sólo tengan catarro. La gente debe recordar que esta enfermedad
es difícil de diseminar, si fuera tan fácil, la gente que nos ha odiado por
años ya lo habría hecho.
RECOMENDACIONES
q
Si recibe una carta sin destinatario devuélvala al correo.
q
Si identifica alguna sustancia no la abra, échela en varias bolsas; de esta
manera la neutraliza, y llame a las
autoridades. (9-1-1)
q
Tome precauciones de no abrir con la boca los sobres de las cartas.
q
Evite que el lugar donde abre la correspondencia tenga corrientes de aire o
el abanico de frente.
q
Lávese bien en caso de contacto con una sustancia extraña.
No bajemos la guardia. Luego
de los sucesos acontecidos el 11 de septiembre de 2001 donde miles de personas
perdieron la vida en sendos atentados terroristas en la nación norteamericana
la preocupación porque actos similares puedan volver a ocurrir se ha diseminado
por todo el mundo y nosotros en Puerto Rico no somos la excepción.
Es necesario hacer
simulacros con la responsabilidad y aplomo que una eventual emergencia
requieren porque de esto depende la efectividad de nuestros actos, la vida y la
propiedad de nuestros conciudadanos No podemos bajar la guardia, porque somos
susceptibles a cualquier tipo de ataque en tanto y en cuanto bajemos la
guardia.
Tampoco podemos ser
extremistas o paranoicos pero mucho
menos enajenarnos de la posibilidad real
de sabotaje a las instituciones civiles y los servicios esenciales. Por
todo esto, no bajemos la guardia que al pasar eso entonces se acorta más la
distancia entre un simulacro y una lamentable realidad.
“La capacidad para hacer frente a los problemas es muy
importante para el éxito profesional, y quizá también para el éxito personal."
NUESTRO MAS SINCERO RESPETO POR TODAS LAS VICTIMAS DE ESTE ATAQUE, EN ESPECIAL A LOS POLICIAS, BOMBEROS Y RESCATISTAS QUE OFRENDARON SUS VIDAS PARA SALVAR A OTROS... QUE DIOS LOS ILUMINE Y CUBRA CON SU MANTO...AMEN. (TIKKUN OLAM)