No es el final,
es el comienzo.
Para darnos cuenta de quienes somos,
para unir las manos de todos,
para hacer lo que es mejor.
Es tiempo de luchar sin mirar atrás,
llenarnos de valor y animarnos
porque no es el final.
Aunque nos parezca desfallecer,
no es el final.
Vendrán desafíos,
surgirán conflictos
y habrá controversia,
pero no es el final.
Es el comienzo
para ser valientes,
para cumplir nuestra responsabilidad,
para servir a Dios.
Y con Dios
entenderemos que
no es el final, sino el comienzo.
jrgs