Cuando el Señor estaba creando al Policía.


Cuando el Señor estaba creando al Policía, se encontraba en tiempo extra de su sexto día, cuando un ángel apreció y dijo, “Señor, ¿Qué obra tan complicada estás creando que te ha tomado tanto tiempo?”


¿Y el señor dijo, has leído las especificaciones en esta orden? El Policía tiene que poder correr cinco millas a través de los callejones en la oscuridad, escalar paredes, entrar en hogares donde un inspector de la salud no tocaría ni con guantes, y esto sin arrugar su uniforme.

Tiene que poder pasar todo el día y/o noche sentado en el interior de un vehículo confidencial dando vigilancia, además de cubrir una escena de homicidios esa noche, solicitar al vecindario su participación para que puedan servir de testigo y testificar ante el tribunal el día siguiente.

Tiene que estar siempre en condiciones físicas óptimas, funcionando solo con un café y comidas a mitad, …y tienen que tener seis pares de manos.

El ángel asombrado dijo, “ ¿Seis pares de manos?… ¡De ninguna manera! ”

“No son las manos lo que me están causando problemas,” dijo el Señor, “Son los tres pares de ojos que un Policía tiene que tener.”

¿Eso está en el modelo estándar? replicó el ángel.

El Señor asintió con la cabeza. Un par de ojos con los que pueda ver a través de un bolsillo abultado antes de preguntar:

“ ¿Puedo ver que lleva en el bolsillo? ”

(Cuando ya sabe… y sus deseos hubieran sido el haber tomado un trabajo de contabilidad.)

Otro par de ojos en el lado de su cabeza para seguridad de sus compañeros. El último par de ojos, de frente para que pueda mirar de manera tranquila a una víctima ensangrentada y poderle decir,”!Se pondrá bien señora!”… cuando sabe que no será de esa manera.

“Señor,” dijo el ángel, tocando su manga, ”descansa y continúa el trabajo mañana.”

“No puedo,” dijo el Señor, “Tengo ya un modelo que puede hablar con un individuo borracho de 250 libras en su patrulla… sin tener incidentes, negociar con captores y con suicidas bajo las presiones mas intensas y alimentar a una familia de cinco con un cheque de un empleado público.”

El ángel circundó el modelo del oficial de la paz muy lentamente y preguntó: “¿Puede pensar?”

“Estas en lo correcto” dijo el Señor, “él puede decirte los elementos de cientos de crímenes o delitos. y recitar las advertencias de un sospechoso (Miranda’s Rights) hasta dormirte. Detener, investigar, y buscar y arrestar a un miembro de una pandilla en la calle en menos tiempo que toma a cinco jueces discutir la legalidad del arresto… y todavía mantiene el sentido del humor.

Este Policía también tiene fenomenal control personal. Pueden manejar las escenas de crimen que parecen estar pintadas en el INFIERNO, persuadir a un sospechoso de abuso infantil y lograr su confesión, y confrontar a una familia por la pérdida de uno de los suyos, víctima de asesinato… y después de leer en el diario cómo en el policía en la aplicación de ley no fue sensible en leer los derechos de sospechoso del crimen.

Finalmente, el ángel se inclinó y tocó con su dedo la mejilla del Policía. “Hay un escape,” el ángel pronunció. “Te dijo Señor que estabas intentando poner demasiado en este modelo.”

“No es un escape,” dijo el Señor, “es una lágrima.”

“¿Para qué es esa lágrima?” Replicó el ángel.

“Son para dejar salir sus emociones mas profundas, por los compañeros caídos, por las injusticias que vive día a día, por tener que dejar a los suyos indefensos para ir a proteger a otros y por el compromiso a ese trozo de tela llamada BANDERA… la paz … el bien de su pueblo…. y por la justicia.”

“Eres un genio”, dijo el ángel.

El Señor miró sobrio su obra y dijo: “Yo lo puse allí….solo será el Policía que velará, protegerá y de ser necesario, ofrendará su vida por aquel que quizás menos se lo merezca, sin dudar”.