Accidentes Fatales en la Línea del Deber.


Una noche lluviosa de noviembre, un policía de 38 años de edad y con menos de 12 años de servicio fue asignado sólo al patrullaje preventivo de un sector. Recibió por radio una llamada para asistir a otro agente asignado a la vigilancia de las escuelas de la localidad. Este oficial había visto a un individuo sospechoso en el interior de la esuela y ya había escucha sonar la alarma aunque en días lluviosos frecuentemente se activaba.

La lluvia de esa noche era la primera que se recibía después de una larga sequía  y el pavimento de las calles estaba muy resbaloso.

El primer policía activó la sirena del vehículo oficial y se dirigió rápidamente a la escuela, y en una de las curvas de la sinuosa carretera perdió el control del volante, patinando los neumáticos sobre la brea mojada y yendo a impactar a un árbol. Nunca llegó a la escuela, murió con el impacto. Personal de Rescate tardó horas en cortar los aceros torcidos del vehículo y sacar el cadáver del patrullero.

La investigación estimó que éste conducía a más de 50 millas por hora y aunque estaba dentro de los parámetros y límites de velocidad establecida, la misma no era segura por las condiciones existentes en la carretera.

 
La muerte del oficial fue un incidente traumático y una pérdida irreparable para el Cuerpo Policial, sus compañeros, familiares y la comunidad. Desafortunadamente este tipo de incidente no es aislado y estadísticas reflejan que estas fatalidades se han incrementado a través de todos los Estados Unidos. En las pasadas décadas miles de oficiales han muerto por accidentes en el trabajo y estas muertes sobrepasan el número de asesinatos de policías. (Adaptación y traducción de Artículo - Revista FBI)

 

¡REFLEXIONEMOS!

 

PREVENCIÓN DE ACCIDENTES EN LAS CARRETERAS


En nuestras carreteras (Puerto Rico) ocurren anualmente un promedio de 120 mil,  choques de tránsito. A consecuencia de estos, mueren más o menos unas 600 personas y resultan lesionados alrededor de 55 mil. La mayoría de estas muertes son provocadas por los siguientes factores, aunque no necesariamente en este orden:

·       Conducir en exceso de velocidad

·       Conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas.

·       Caminar por las calles negligentemente o bajo los efectos del alcohol y las drogas.

·       Caminar o utilizar bicicletas en áreas restringidas haciendo caso omiso a las indicaciones del tránsito.

·       Una conducta descortés y negligente en las vías de tránsito.

·       Desconocimiento de las reglas de seguridad.

En cierta ocasión patrullaba por la autopista y veo que se acerca un vehículo con las luces delanteras al máximo, el conductor desacelera la marcha del mismo pero continúa con el “full” de las luces, prendo el biombo de la patrulla, pero continúa con la luz larga o “full”, lo detengo y cuando le pido la licencia de conducir me dice que no tiene. Hay me doy cuenta del desconocimiento que tenía este ciudadano sobre los aspectos más sencillos de la ley.

Así las cosas, le di la oportunidad de que sacara la licencia de aprendizaje y me llevara la muestra en las próximas dos semanas. A las dos semanas regresó con su hermano y me dijo: “Mire sargento” mostrándome un cartapacio “aquí están los papeles pero me colgué”, le dije un poco entre risas: “mira muchacho… tómate dos semanas más, sin ninguna presión” finalmente sacó la licencia de aprendizaje.

La inobservancia de la ley en infracciones como esta, por sencillas que parezcan son fundamentales a la hora de un accidente…ciertamente las luces en alta intensidad interfieren en la visión de los otros conductores ¿ o no?

Por otro lado, se puede ver a algunas personas, que no les gusta ponerse el cinturón en las mañanas cuando van a trabajar “porque se les estruja la camisa”… acaso prefieren que se les estruje la vida.

El cinturón salva vidas y de eso no debe caber la menor duda.

Nosotros los conductores somos responsables por todas las personas que transportamos en nuestros vehículos, por eso es al conductor a quien se multa si el pasajero no lleva el cinturón. Es una obligación moral del conductor de un vehículo.

Los asientos protectores para bebes es recomendable que sea instalado adecuadamente, vaya donde el Cuerpo de Bomberos, Emergencias Médicas o el cuartel más cercano para que este sea inspeccionado.

En cuanto a la obligación de los transeúntes es deber del peatón caminar siempre a la defensiva o de frente al tránsito, caminar con ropa de colores claros en la noche, asegurarse de que los conductores lo están viendo cuando se vaya a hacer una maniobra como cruzar la calle.

En Resumen:

La policía en su llamado de proteger a vidas y propiedades se ve en la obligación de desarrollar campañas de orientación, pero también no es menos cierto que a pesar de esto se hace necesario desarrollar intervenciones activas para velar por el fiel cumplimiento de las indicaciones de la Ley de Tránsito. Las multas por exceso de velocidad y los arrestos por embriaguez disuaden a los ciudadanos de cometer ciertas infracciones que resultarían el la pérdida de más vidas puertorriqueñas.

Las heridas emocionales a los familiares de las víctimas y a los conductores involucrados son las más difíciles de sanar.

Si necesita información adicional no vacile en visitar las Divisiones de Tránsito o Autopistas de nuestra Policía de Puerto Rico.

 

Énfasis para un Control de la Brutalidad Policiaca


 

Hace bastante tiempo que se viene auscultando el que componentes de la comunidad civil se hagan cargo de las investigaciones administrativas de los miembros de la policía que envuelven brutalidad policial y/o violación de los derechos civiles. Ciertamente el procedimiento administrativo de las agencias de seguridad que incluye la policía estatal, municipal, oficiales de corrección entre otros no ha sido lo suficientemente efectiva en lograr disuadir a aquellos que fueron llamados a velar por los derechos ciudadanos y llegan a cometer actos so color de autoridad o conducta impropia.

La deficiencia administrativa que comienza desde el mismo reclutamiento ha permitido que elementos que obran al ras con la ley " hoy vistan el uniforme Azul", que miles llevan y han llevado con orgullo y honra. El procedimiento establecido para atender las querellas administrativas resulta aceptable; desde el punto de vista de la investigación de los hechos, pero el procedimiento para la adjudicación del caso es tan morosa que se han podido evidenciar casos que se resuelven hasta ocho años más tarde de ocurridos los hechos que motivaron la querella. La División Legal de la Policía tiene a su haber miles de casos en estibas pendientes de trámite: archivos, orientaciones, amonestaciones, suspensiones de empleo, suspensiones sumarias, y expulsiones... a esto se le suman las reconsideraciones, conmutaciones de castigos o demandas de los propios agentes y de la ciudadanía.

Por otro lado; en el caso de la Policía Estatal, las Divisiones de Investigaciones Administrativas donde se radican las querellas contra los agentes las mismas están ubicadas en su mayoría en las propias Comandancias de Área, donde el ciudadano afectado tiene que confrontarse con la indiferencia de los miembros de la fuerza, que ven con repelillo al ciudadano que presenta la querella contra su “compañero”, siendo en ocasiones víctimas de coacción e intimidación de parte de los propios agentes querellados.

Siendo esto lo que nos ocupa es vitalmente importante reseñar que en ocaciones los propios oficiales investigadores han respondido a las presiones de sus superiores en las Comandancias, para ocultar, engavetar o disponer favorablemente; en perjuicio del ciudadano, las querellas que se presentan en contra de sus protegidos.
 
Veamos el siguiente punto: Si las Divisiones de Conducta Profesional o Integridad Pública, o la propia Superintendencia que las cobija, fueran entes independientes que no estuviesen sujetas a los vejámenes del los administradores, como es el caso de la Policía, que se encuentran subordinadas al Superintendente de la Policía y en algunos momentos han estado a la merced de los Comandantes de Region o Area, y que estas fueran atachadas al Departamento de Justicia con nexos a la Comisión de Derechos de Derechos Civiles seguramente tendríamos una mejor herramienta con la que estaríamos más cerca de la finalidad que propende fomentar la confianza de la ciudadanía en la Policía.

Aunque en la actualidad estas divisiones funcionan con limitada autonomía lo cierto es que en el correr de los tiempos han sido tocadas por los servicios operacionales, que ciertamente son función de la policía pero crea un una variante inestable entre el empleado que está siendo investigado o será investigado por sus actos y el Oficial que lo investigará. 

Si la División Legal fluyera de una manera más ágil las resoluciones estancadas en los casos que ya han sido investigados por la Agencia, sería más efectiva la aplicación de una medida disciplinaria, si se estableciera una División Legal en la propia Superintendencia que investiga y cuya recomendación directa fuera a la firma del Superintendente, también ayudaría a agilizar el procedimiento administrativo.

Otro escollo que representa un retraso burocrático en las investigaciones administrativas; que tienen el fin de conocer la verdad de los hechos, adjudicar conforme al derecho administrativo las faltas al reglamento y recomendar sanción, lo es las funciones dobles que realizan las Divisiones de Asuntos Internos ya que estos sólo fungen de testigos de cargos; cuando se imputa una falta a equis un empleado ante la Agencia, en las propias investigaciones administrativas que realiza. Si por ejemplo: en un caso donde se impute uso indebido de la tarjeta para despacho de combustibe a los vehículos del gobierno que haya sido referido a ambas divisiones, los de Asuntos Internos investigan con a misma profundidad que los de Investigaciones Administrativas y al final del camino la primera dice en su informe que luego de probados los hechos se recomienda la investigación administrativa, ¿no es patente la duplicidad de trabajo?

Estas divisiones de Asuntos Internos hacen un excelente trabajo y su trabajo es muy necesario para establecer controles, pero sería ideal que estos, al final de la investigación donde exista evidencia de violación a las leyes penales y especiales del país, levanten un expediente de denuncia que puedan someter el caso ellos mismos en los Tribunales.

El modelo diseñado actualmente no permite eso, y no hay unas guías claras cuando esto sucede en el curso de una investigación administrativa percé que es llevada a efecto por las Divisiones de Investigaciones Administrativas, unas guías para referir al Departamento de Justicia Estatal o Federal, a Ética Gubernamental, o a la propia policía si fuera el caso. Es por ello que debe haber congruencia entre las funciones que se realizan; quizás creado una unidad de estos esfuerzos combinados en un único ente que evite esta duplicidad de trabajo.

Para poder lograr un mejor control de las actuaciones policiales impropias o ilegales, en la marcha se pueden establecer otros mecanismos de los cuales se ha hablado en diferentes foros como es el caso de los Centros de Mediación en los casos de algunas faltas al reglamento. Un ejemplo de esto es el caso donde por primera vez se reporta un alegado maltrato verbal donde incluso el ciudadano pudiera recurrir al Tribunal a raíz de una posible Alteración a la Paz pero éste decide recurrir al foro administrativo y allí pueda tener la oportunidad de el agente querellado se disculpe por sus actos, pero esto tiene que ser por un acuerdo entre las partes porque del otro lado está el empleado al cual tiene que garantizársele el debido proceso, por eso este mecanismo sugerido debe ser un acuerdo entre las partes sin que ello constituya una acción adversa como sería una investigación administrativa en su contra.

Para concluir hago énfasis en que el procedimiento de investigación administrativa debe ser más independiente la administración de la Agencia y accesible a la comunidad, que deben consolidarse los esfuerzos de las Divisiones de Investigaciones Administrativas, Asuntos Internos y la División Legal de la Policía entre el Departamento de Justicia y la propia comunidad representada en la Comisión de Derechos Civiles u otros foros, para atacar el mal que representa la brutalidad policiaca y la violación de los derechos ciudadanos, de manera que se agilicen los procedimientos para que las sanciones surtan el efecto de minimizar o erradicar la conducta impropia e ilegal de los agentes, o se puedan encausar adecuadamente los implicados ante el rigor de la justicia para que finalmente podamos vivir en un Puerto Rico mejor.