Solucion a la Violencia

La violencia es a menudo la nefasta consecuencia de algunos conflictos, y por la incapacidad manifestada entre las partes en conflicto se han desatado episodios violentos que a su vez resultan en trágicas muertes.


Los seres humanos no estamos exentos de conflictos, y a cada instante surge uno nuevo que atrapa nuestra tranquilidad emocional, pero es la capacidad de enfrentarlos adecuadamente la que nos hace más fuertes ante un nuevo conflicto. La solución a este dilema es la convivencia en armonía y el respeto hacia los demás. El respeto no es miedo ni temor, es la capacidad de estar concientes del carácter único y diferente de los individuos, y la ausencia de interferir sobre el estilo del otro.

Cuando más respeto damos, más respeto obtienes. Comenzamos con el respeto a ti mismo. Ese respeto es la posibilidad de aceptar tus defectos y tus virtudes sin poner en tela de juicio lo que ves en los demás. Extendamos ese respeto al planeta y a los demás seres vivientes que nos acompañan en este espacio de manera que haya un balance del que dependemos para la existencia.

No neguemos nuestra parte espiritual, y acerquémonos a ese Ser Supremo, que nosotros lo cristianos llamamos Dios, aceptemos en nuestro corazón el mensaje de amor de Jesús de Nazaret: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

La transformación debe venir del interior particular y único de cada cual porque existe la violencia y somos parte de ella, sino hacemos algo nos seguiremos hundiendo en ella. Eduquemos con el ejemplo y no te dejes llevar por la violencia.