Y el sueño se cumplió.
Pasaste muchas noches alejado de tu familia.
Quizás con hambre y frío.
Pero con la firme convicción de que un día juraste defender y proteger a los tuyos.
Así cumpliste tu promesa.
Siendo el soporte no solo de ellos sino de toda nuestra sociedad.
Gracias a tí un pedazo de nuestra patria se ha construido.
Gracias a tu esfuerzo, dedicación y valentía.
Porque tú dijiste un día: “Quiero ser Policía”
Y lograste ser Policía.
Dando tu juventud y energía,
siendo ejemplo y sostén para toda la familia puertorriqueña.
Hoy recibes el galardón más preciado,la satisfacción del deber cumplido.
GRACIAS
Felicidades a todos(as) los(as) compañeros (as)
que en los últimos días se han acogido al beneficio de la jubilación.