ADMINISTRACION POLICIAL (Primera Parte)

Puede que usted haya leído u oído referirse a una persona como un buen administrador. Todos sabemos que los Buenos administradores perciben sueldos altos, y gozan de gran prestigio. ¿Quienes son esos individuos? ¿Qué funciones desempeñan? ¿Que cualidades especiales poseen?
En términos generales administradores son las personas que administran o dirigen de modo tal que se lleve a cabo el trabajo a través de los demás. Administración es el proceso de organizar y emplear los recursos disponibles con el fin de alcanzar los objetivos establecidos previamente.

Hoy día, tanto la empresa privada como las agencias gubernamentales sienten gran preocupación por mejorar a sus supervisiones en el aspecto de la administración. De hecho, supervisión y administración son funciones que van de la mano.

Durante los últimos años el desarrollo y expansión de los servicios policiales ha sido fenomenal. El progreso técnico ha sido rápido pero en algunos casos el adelanto en la administración policial no ha estado a la par con los adelantos tecnológicos.

El administrador de la Policía no se diferencia del administrador de la industria privada. Su labor incluye problemas de organización y administración, personal y presupuesto, adiestramiento, relaciones humanas y otras.

La función de administración es esencial en todos los niveles de la organización. No se limita a Superintendentes Auxiliares, sino que la realizan igualmente el Sargento, el Teniente y el Jefe de División.

Si las empresas privadas y la industria han reconocido la necesidad de desarrollar a sus administradores, es conveniente que la Policía también sienta seria preocupación por esta importante área.

Las funciones que conlleva la administración:

PLANIFICACION:

El término planificación puede definirse como el proceso de seleccionar y desarrollar el mejor curso de acción para alcanzar un objetivo. Esta función es vital a la administración, pues sin ella es casi imposible lograr los objetivos de la organización.

Los planes son comparables a los cimientos de una casa. Si éstos no son lo suficientemente sólidos, se derrumba todo lo que intentamos construir. Lo mismo sucede con los planes, si éstos no se formulan de antemano o son inadecuados, todas nuestras acciones posteriores n tendrán valor alguno.

Planificar es determinar de antemano:

1. Que hay que hacer
2. Cuando hay que hacerlo
3. Donde hay que hacerlo
4. Quien tiene que hacerlo
5. Como debo hacerlo
6. por qué debo hacerlo

Al planificar se siguen cuatro pasos principales:

1. Que es lo que hay que hacer. Determinar la necesidad que debe satisfacerse. La misión- objetivos, principales y secundarios.

2. Determinar qué se necesita y con qué se cuenta para satisfacer esa necesidad.

3. Determinar y disponer la acción a tomar. Escoger el mejor curso de acción posible en armonía con los factores que puedan influir; tiempo lugar de acción, flexibilidad que permita hacer los cambios necesarios.

4. Seguimiento (Follow-up)
¿Que beneficios pueden derivarse de la buena planificación?
A continuación enumeramos algunos:

1. Se pueden anticipar crisis y evitar atrasos.
2. Se facilita la coordinación.
3. Se facilita la delegación de autoridad.
4. Se economiza esfuerzo y dinero.
5. Se pueden desarrollar métodos y procedimientos más eficaces.


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